Inicio > Novedades periodísticas > ¿Subirán el cacao y otras materias primas en 2025?
A medida que 2024 llega a su fin, el cacao (CC=F) y el café (KC=F) han vuelto a destacarse como los principales ganadores en el mercado de materias primas, impulsados por una escasez global de suministro, mientras que el carbón quedó rezagado. Al entrar en 2025, todas las miradas están puestas en cómo evolucionará el panorama de las materias primas.
Los inversores están integrando cada vez más las materias primas en sus carteras globales porque ofrecen diversificación, actúan como una cobertura contra la inflación y ayudan a reducir la volatilidad, una opinión respaldada por expertos de la industria.
Las materias primas suelen dividirse en dos grupos: duras y blandas. Las materias primas duras incluyen energía y metales como aluminio (EDP=F), cobre (HG=F), oro (GC=F), níquel (^SPGSIK), plata (SI=F) y platino (PL=F). En contraste, las materias primas blandas consisten principalmente en productos agrícolas como trigo (KET=F), algodón (CT=F), cacao, café, azúcar (SB=F) y soja (ZL=F). Al combinar ambos tipos en sus estrategias, los inversores pueden proteger mejor sus carteras de las fluctuaciones del mercado.
Para los amantes del chocolate, las noticias no son alentadoras. Los precios del cacao casi se triplicaron en el último año, superando con creces las ganancias de otras materias primas. En diciembre, el cacao alcanzó un récord de 12.931 dólares por tonelada métrica en Nueva York, impulsado por preocupaciones sobre una cuarta temporada consecutiva de escasez de suministro en África Occidental, agravada por la sequía.
“El sector de materias primas blandas, liderado por el cacao y el café, ha sido el claro ganador en medio de condiciones climáticas adversas en las principales regiones productoras, lo que subraya los riesgos de precio cuando estos productos se producen en áreas geográficas limitadas”, explicó Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas en Saxo Bank.
Los principales productores de cacao, como Costa de Marfil y Ghana, han experimentado pérdidas significativas en sus cosechas debido a una combinación de factores, incluidos condiciones climáticas adversas, enfermedades en los granos, contrabando y la conversión de plantaciones en minas de oro ilegales. Aunque existe la esperanza de una mejora en la cosecha de la temporada 2024/25, se espera que los precios del cacao sigan elevados en el mediano plazo, posiblemente estabilizándose alrededor de 6.000 dólares por tonelada cuando el mercado se equilibre.
Estos aumentos de precios probablemente afectarán a la industria del chocolate, elevando los costos de la confitería en 2025. “El balance global de cacao para 2024/25 parecía más neutral hasta que se produjeron recientes caídas en el conteo de vainas en África Occidental y una demanda inesperadamente fuerte. La molienda de cacao, un indicador clave de demanda, solo cayó un 4% interanual durante 2023/24”, señaló Tracey Allen, estratega de materias primas agrícolas en JP Morgan.
El café también tuvo un desempeño excepcional en 2024, alcanzando un récord de 349,58 dólares por libra en diciembre. Al igual que el cacao, este aumento fue impulsado por condiciones climáticas adversas en las principales regiones productoras, como Vietnam y Brasil. Además, el creciente consumo de café en mercados clave como China ha ejercido una mayor presión sobre las cadenas de suministro.
En el sector de los metales preciosos, tanto el oro como la plata registraron robustas ganancias de más del 25% en 2024. Los analistas proyectan que estas tendencias podrían continuar en 2025, principalmente debido a posibles recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EE.UU. y cambios en las políticas económicas. “El oro es nuestro activo destacado para 2025”, dijo Warren Patterson, jefe de investigación de materias primas en ING, señalando que las fuertes compras de bancos centrales sostendrán la demanda.
El gas natural (NG=F) también repuntó desde mediados de diciembre de 2024, impulsado por el clima frío y las tensiones geopolíticas. La reciente suspensión del suministro de gas ruso a varios países europeos el día de Año Nuevo ha añadido incertidumbre al mercado. Mientras estas interrupciones persistan, y con pronósticos de inviernos más fríos en EE.UU. y Asia, es probable que los precios del gas se mantengan elevados, según Citi.
En contraste, el carbón fue el peor desempeño en 2024, debido principalmente al crecimiento económico más lento en China. De manera similar, la demanda de metales a granel se debilitó a medida que China lidió con una crisis en el sector inmobiliario y un consumo reducido.
El petróleo terminó 2024 en una nota negativa, con el Brent (BZ=F) cerrando en 74,64 dólares por barril, una caída del 3%. La Agencia Internacional de Energía pronostica que el crecimiento de la demanda global de petróleo en 2025 será inferior a un millón de barriles por día, una desaceleración significativa en comparación con el aumento de dos millones de barriles diarios en 2023. El Commonwealth Bank of Australia predice que los precios del Brent podrían caer a alrededor de 70 dólares por barril en 2025, impulsados por un aumento en la oferta de países no pertenecientes a la OPEP+ que superará el crecimiento del consumo global.
El cobre, esencial para la fabricación de vehículos eléctricos y el desarrollo de redes eléctricas, también podría enfrentar presiones a la baja después de alcanzar máximos históricos en 2024 en medio de la transición energética global. Los analistas de BMI han advertido que cualquier desaceleración en estos esfuerzos de transición—posiblemente vinculada a cambios en las políticas—podría afectar el "sentimiento ecológico" que ha respaldado los precios del cobre.
Se espera que el suministro mundial de azúcar alcance su nivel más bajo en seis años a principios de 2025, ya que la sequía en Brasil, el mayor exportador mundial, ha afectado gravemente la producción, según el Czarnikow Group. Esta reducción en la oferta probablemente elevará los precios.
Los factores geopolíticos siguen desempeñando un papel impredecible, con políticas—especialmente aquellas relacionadas con Irán y Rusia—que podrían remodelar la dinámica de oferta de materias primas clave en 2025.
En última instancia, el futuro del mercado de materias primas dependerá de una interacción compleja entre patrones climáticos, crecimiento económico y decisiones políticas. A medida que avance 2025, los participantes del mercado estarán atentos, con el cacao, el café y el oro posicionados para repetir potencialmente su sólido desempeño del año pasado.